No hay distancia entre el hombre y la cosa
y pronunciar una palabra es poner
y pronunciar una palabra es poner
en movimiento a la realidad que designa.
Octavio Paz.
"Cuando ella reza, lo hace por todos: pide porque terminen las guerras, por su familia, por la de nosotros, por los accidentados, en fin... por todos." Algo así dijo mi abuela en una conversación que alcancé a oír. Sí, estaba de chismosa, de entrometida. Pero yo estaba en uno de esos momentos en que no puedes correr a escribir lo que piensas. Me pasa cuando me baño, cuando estoy acostada antes de dormir y el insomnio me invade o también, como este es el caso, cuando estoy lavando ropa. Extrañamente suelo pensar en los momentos en que menos debería de hacerlo. Simplemente cuando te sientas frente a un escritorio, no puedes decir: Ok, voy a pensar. Piensa. No, eso no pasa. Quién-sabe-por-qué.
Pero mi talento para escuchar conversaciones ajenas, y mi defecto de pensar cuando no debo y donde no debo... no son el punto. El punto ahora, es hablar sobre la oración, el acto de rezar, de pedir. No es que no crea en la veracidad de dichas súplicas, más bien me mantengo escéptica en su efecto, en su resultado. No pretendo hablar exactamente sobre la existencia de Dios.
Yo creo en una fuerza superior al ser humano, pero no precisamente tiene que ser divina; Dios es una construcción y, por lo tanto, existe para quienes la crearon y para quienes creen en ella. Como escribí alguna vez... El hombre fue quién hizo a Dios a su imagen y semejanza; la adoración del ser humano hacia Dios no es más que la adoración del hombre hacia sí mismo.
Y regresando a la oración, escuché en un comercial (que por cierto es de Televisa) sobre una fiesta religiosa una frase que dice: "Y la fe se hace confianza". Me gustó esa parte puesto que, a mi parecer, es lo que realmente sucede. La llamada fe que se tiene en una imagen, en un ente religioso de cualquier tipo, no es más que la confianza que el ser humano se auto genera; combinado con la idea que anteriormente dije sobre la adoración del hombre hacia sí mismo... conjugan la premisa de que la oración y la fe que se tiene sobre la misma y que pronunciándola serán escuchadas dichas súplicas, dan como resultado una confianza enorme del ser humano en su persona y en sus semejantes.
Yo creo un poco más en algo que a veces llaman "las vibras", que realmente, para mí, se desarrollan por medio del cerebro. No soy psicóloga, no soy psiquiatra ni nada por el estilo, pero desde que una vez escuché que si el hombre utilizara toda la capacidad que su cerebro tiene... haría grandes cosas... y no me refiero a la ciencia ni avances tecnológicas ni nada por el estilo, sino que el hombre, quizá hasta podría volar; siento que en verdad tenemos la capacidad de revolucionar nuestro entorno.
También hay otra frase: "la fe, mueve montañas". La fe, que se transforma en confianza, que a su vez es la confianza del ser humano en sí mismo, y que también se complementa con la confianza de millones de personas en el mundo, que se transmiten ese sentimiento de poder, de felicidad, etc... colectivo, que es realmente lo que mueve las montañas.
Si el ser humano tiene confianza en sí mismo y si es él quien venera a su propia especie y también, es él mismo aquél que mueve las montañas..., que vence sus miedos y sus obstáculos... ¿para qué podría necesitar de un padre divino; de una fuerza divina superior, omnipresente, omnipotente, egoísta y castigadora?
"Es hora de una ruptura, de una revolución y de una salvación, pero no divina... sino humana. El ser humano se debe salvar a sí mismo."
Pero mi talento para escuchar conversaciones ajenas, y mi defecto de pensar cuando no debo y donde no debo... no son el punto. El punto ahora, es hablar sobre la oración, el acto de rezar, de pedir. No es que no crea en la veracidad de dichas súplicas, más bien me mantengo escéptica en su efecto, en su resultado. No pretendo hablar exactamente sobre la existencia de Dios.
Yo creo en una fuerza superior al ser humano, pero no precisamente tiene que ser divina; Dios es una construcción y, por lo tanto, existe para quienes la crearon y para quienes creen en ella. Como escribí alguna vez... El hombre fue quién hizo a Dios a su imagen y semejanza; la adoración del ser humano hacia Dios no es más que la adoración del hombre hacia sí mismo.
Y regresando a la oración, escuché en un comercial (que por cierto es de Televisa) sobre una fiesta religiosa una frase que dice: "Y la fe se hace confianza". Me gustó esa parte puesto que, a mi parecer, es lo que realmente sucede. La llamada fe que se tiene en una imagen, en un ente religioso de cualquier tipo, no es más que la confianza que el ser humano se auto genera; combinado con la idea que anteriormente dije sobre la adoración del hombre hacia sí mismo... conjugan la premisa de que la oración y la fe que se tiene sobre la misma y que pronunciándola serán escuchadas dichas súplicas, dan como resultado una confianza enorme del ser humano en su persona y en sus semejantes.
Yo creo un poco más en algo que a veces llaman "las vibras", que realmente, para mí, se desarrollan por medio del cerebro. No soy psicóloga, no soy psiquiatra ni nada por el estilo, pero desde que una vez escuché que si el hombre utilizara toda la capacidad que su cerebro tiene... haría grandes cosas... y no me refiero a la ciencia ni avances tecnológicas ni nada por el estilo, sino que el hombre, quizá hasta podría volar; siento que en verdad tenemos la capacidad de revolucionar nuestro entorno.
También hay otra frase: "la fe, mueve montañas". La fe, que se transforma en confianza, que a su vez es la confianza del ser humano en sí mismo, y que también se complementa con la confianza de millones de personas en el mundo, que se transmiten ese sentimiento de poder, de felicidad, etc... colectivo, que es realmente lo que mueve las montañas.
Si el ser humano tiene confianza en sí mismo y si es él quien venera a su propia especie y también, es él mismo aquél que mueve las montañas..., que vence sus miedos y sus obstáculos... ¿para qué podría necesitar de un padre divino; de una fuerza divina superior, omnipresente, omnipotente, egoísta y castigadora?
"Es hora de una ruptura, de una revolución y de una salvación, pero no divina... sino humana. El ser humano se debe salvar a sí mismo."
ME LATE EL DESENFADO DE LO QUE ESCRIBES
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