Los ojos.

Yo le robé sus ojos señora.

Ellos siempre dijeron encontrar similitudes, semejanzas... pero yo no. No sabía en que nos parecíamos (si es que nos parecíamos) ella y yo, simplemente no veía nada, pero me encantaba saber que alguien pensaba que yo era como un retrato de mi abuela. Siempre veía sus fotos y no veía nada de ella en mí, nada. Unos decían que la nariz, que los ojos, que la boca... no sé. No sabía a que se referían. En realidad mis labios no son como los de ella. Mi nariz tampoco. O probablemente sea porque uno se mira al espejo pero los demás te ven diferente, o como cuando oyes tu voz grabada y no la reconoces y en ocasiones hasta la detestas. Como sea... el otro día me puse a verla... detenidamente, vi tres de sus fotos, una a blanco y negro con la que está en compañía de mi abuelo -creo que es de su boda-, otra a color y ésta. Tomé un espejo, lo puse frente de mí y miré varias veces esta foto... veía su nariz y la mía, su nariz y la mía, su nariz y la mía; su boca y mi boca, su boca y mi boca, su boca y mi boca; y después: vi sus ojos y los míos, observé sus ojos y luego los míos... ¡contemplé sus ojos! y luego volteaba hacia los míos... Admiré sus ojos y regresé al espejo al ver los míos... eso era... ¡Eso era! Los ojos.

En el espejo, mirándome aún, sonreí estúpidamente...

Le robé sus ojos.

Soy una ladrona de sus ojos.

Se los devolveré ya que muerte, hay de sobra, mi señora.

Justo entonces, se los devolveré.

* * *

Yo conocí poco a mi abuela materna, pero desde chiquita me enseñaron a quererla mucho, sobre todo con todas esas palabras diciéndome que me parecía a ella. Pero la conocí poco. Murió cuando yo tenía unos seis años más o menos. Y ahora lamento no haberla conocido bien... no haber sabido que le gustaba, que detestaba; que había vivido, que cosas había pasado (buenas y malas). Yo era muy pequeña para entender esas cosas aunque me las hubiese platicado.

Y a veces pienso lo mismo con mi abuela materna, ella aún vive y no quisiera arrepentirme después de no haberla conocido aunque sea un poco.

En fin, a veces conocemos tan poco a nuestra propia familia...